Niños migrantes están recibiendo rutinariamente y por la fuerza una variedad de medicamentos psicotrópicos en refugios financiados por el Gobierno de Estados Unidos, luego de ser detenidos y en algunos casos separados de sus padres, según una demanda.
Es casi seguro que los niños detenidos en refugios como el Shiloh Treatment Center, en Texas, reciben los medicamentos administrados sin importar su condición y sin el consentimiento de sus padres, según la demanda interpuesta por el Centro de Derechos Humanos y Leyes Constitucionales de Los Angeles.
La demanda fue presentada el 16 de abril, días después de la introducción de la iniciativa de “Tolerancia Cero” del Gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que separa a las familias que cruzaron ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos.
Funcionarios de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR), que supervisa dichos centros, no estuvieron disponibles de inmediato para hacer comentarios.
Tomar múltiples medicamentos psicotrópicos al mismo tiempo puede dañar gravemente a los niños, según la demanda, que destaca la necesidad de supervisión para evitar que los medicamentos se usen como “camisas de fuerza químicas”, en lugar de tratar las necesidades reales de salud mental.
Trump se dio a la tarea de firmar una orden ejecutiva para detener la separación de los niños inmigrantes de sus padres cuando éstos son detenidos en la frontera sur, una política que ha generado críticas en todo el mundo. No obstante, el decreto preservará la política de Tolerancia Cero contra la inmigración ilegal.
“Es sobre mantener a las familias juntas y a la vez asegurarnos de que tenemos una frontera muy poderosa y fuerte”, dijo Trump a periodistas al firmar el documento.